En los años de la adolescencia se desarrolla la identidad y la autonomía personal.
Su mayor capacidad y autonomía
confieren al niño la sensación de que es adulto, pero los adultos siguen viendo
solo al niño y aquí surge el conflicto.
En esta etapa crucial el cerebro
sufre cambios muy importantes en su estructura. Cambios que van a estar
marcados por el momento biológico de su neurodesarrollo y por las experiencias
personales del adolescente.
Durante la adolescencia el
crecimiento físico y la maduración corporal son más evidentes y rápidos que en
la edad escolar.
La conducta, las emociones, las
relaciones sociales, la forma de pensar, también van a sufrir un cambio
espectacular.
El paso de la infancia a la edad
adulta no pasa desapercibido. Podríamos decir que los cambios son igual de
llamativos que los que suceden en los tres primeros años de vida, durante los
cuales un bebé recién nacido y completamente dependiente, pasa a ser un niño
autónomo que camina, habla y no lleva pañal.
Neuronas, sinapsis y redes neuronales
Dentro de
nuestro cerebro, la sinapsis posibilita la conexión entre nuestras neuronas, un
requisito indispensable para que nuestros impulsos nerviosos viajen a través de
autopistas de redes neuronales. Sin ellas, nuestro cerebro estaría
'desconectado'.
El cerebro es un
órgano tremendamente complicado y que ha requerido de miles de años para evolucionar
hasta la complejidad actual. En su interior millones de neuronas se comunican
entre ellas con un mecanismo químico esencial: la sinapsis. Básicamente se
trata del impuso nervioso que se produce a través de las neuronas y que
posibilita su comunicación. Y consiste, en esencia, en una descarga química
traducida en una señal eléctrica que viaja a través de las redes neuronales de
nuestro encéfalo a una velocidad vertiginosa.
El impulso
nervioso recorre la neurona, y cuando llega a sus dendritas (una especie de
brazos deshilachados), salta hasta la siguiente neurona mediante la sinapsis,
que se produce a través del intercambio de unas sustancias químicas llamadas
neurotransmisores.
Poda sináptica y sus implicaciones en la adolescencia
La poda sináptica o poda neuronal es el proceso que elimina las sinapsis excesivas que se producen en los primeros años de vida. Esto sucede en la adolescencia, cuando se eliminan las neuronas que no son necesarias y sus conexiones, lo que aumenta la eficiencia de las transmisiones neuronales.
La formación de
neuronas y sinapsis en el cerebro ocurre desde a etapa embrionaria hasta los
dos años de edad a un ritmo acelerado y continuo. Llegada esa edad, el niño
tiene muchas más neuronas y sinapsis de las que necesita, por ello se
desarrolla el proceso de destrucción que permite mejorar las conexiones más
fuertes, aumentando la eficiencia de la red neuronal.
Esta poda
sináptica continúa hasta la adolescencia, cuando casi la mitad de las sinapsis
se eliminan, lo que se considera una representación del aprendizaje. Pero los
estudios indican que esto no sucede en todas las zonas del cerebro.
Neurotransmisores: importancia de la dopamina en el aprendizaje
La dopamina es el neurotransmisor
necesario para que ocurra el aprendizaje en los seres humanos ya que nos incita
a descubrir, explorar y a abrir nuestra mente a lo nuevo. Desde el segundo semestre
de vida, la dopamina se produce para estimular el juego, el entusiasmo, la
iniciativa a la acción, la curiosidad, el deseo de explorar, la audacia y el
atreverse.
Para aprender, las personas necesitamos
serenidad, emoción que surge cuando nos sentimos amados y protegidos. Es en
este contexto cuando, sumado a los otros componentes, nuestros cerebros pueden
producir niveles sanos de dopamina y así alcanzar aprendizaje.
Plasticidad cerebral. creatividad e innovación didáctica
Quizá la creatividad es uno de los
mejores ejemplos, a veces metafóricos, a veces reflejo, de lo que significa
plasticidad cerebral o neuro plasticidad.
La plasticidad cerebral es una capacidad
dinámica de cambio; o dicho de manera más formal, es una propiedad emergente
del proceso de comunicación de las neuronas que modula las formas de cómo el
cerebro, percibe, aprende o se adapta. Esto es lo que explica, en buena medida,
la gran capacidad de aprender del cerebro e incluso permite, en el caso de algunas
lesiones cerebrales, que otras áreas del encéfalo realicen las funciones del
área lesionada. O bien, si el área especializada no puede procesar la
información para la cual está programada, quizá pueda realizar otro tipo de
procesamiento. Por ejemplo, en los ciegos, las áreas para la visión pueden
llegar a procesar tacto, audición e incluso procesamiento verbal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario